miércoles, 21 de marzo de 2018

Cantantes inexistentes










Si, habéis leído bien. Japón tiene desde hace décadas la extraña costumbre de crear cantantes o grupos que “no existen” en el mundo real y que venden discos, y no pocos. Llegando actualmente al extremo de tener incluso una cantante completamente virtual con voz sintetizada por ordenador que hasta ¡hace conciertos en directo!

¿Cómo es esto posible, están locos o qué?

Bueno, un poco puede que si, y en parte no. Veamos un poco de donde salen estas cosas y pongamos las cosas en perspectiva.


Todos sabemos más o menos que en Japón el mercado de la animación es grande, o mejor dicho: enorme. Al contrario de lo que ocurre en occidente, el mundo de la animación ha buscado un mercado de todas las edades y no se ha quedado estancado en un mercado exclusivo para niños de corta edad. En occidente pensamos que la animación es algo exclusivo de niños, y además para niños de corta edad. Esto ha ido cambiando en tiempos más o menos recientes, aunque algunos visionarios ya vieron esto hace décadas. Por ejemplo podemos recordar la película de animación occidental “Heavy Metal” de 1981



En occidente la explosión de la animación como género que podía ser también para adultos llegó de la mano de la legendaria película “Akira” de Katsuhiro Otomo en 1988.

Mientras tanto, en Japón en la década de los 80 también surgieron dos franquicias en el mundo dela animación que marcaron un antes y un después tanto en ese género, como en la relación de la música con este género. Hablo de “Mobile Suit Gundam” que vio por primera vez la luz en 1979 (serie que merece una entrada por su enorme extensión y que sigue viva a día de hoy) y en relación con la música sobre todo la saga “Macross”

En esta serie, los grandes robots, naves espaciales y demás parafernalia iban unidos a la aparición en las diferentes reiteraciones de la misma de diferentes protagonistas que interpretan música. Esta música no es la típica basurilla encargada a dos amigos para meter relleno en la serie, sino que tenía una gran calidad por méritos propios.


Así nos encontramos en la serie Macross original de ”Chō Jikū Yōsai Makurosu” a una de las protagonistas con el nombre de Lynn Minmay. Y aquí entramos también en una cuestión donde entraremos en otra ocasión: Los seiyuu o “dobladores”. En el caso de este personaje se eligió a Mari Iijima, una popular dobladora y cantante que compuso y cantó varios de los temas de esta serie. Ojo que no hablamos de una cantante “del montón” sino de una artista que a día de hoy lleva editados más de 25 discos. Muchos presumen de artistas con dos o tres.

La cuestión es que empezaron a venderse no solo discos con música de la serie (algo muy usual en Japón, se venden bien) sino que aparecieron discos con canciones cantados por esta cantante, pero no se vendían como “cantados por Mari Iijima”, sino por su personaje Lynn Minmey. En ocasiones aparecen ambos nombres en algunos discos, pero en otros casos solo el del personaje ficticio. Algunos de esos temas se han convertido en iconos de la cultura japonesa del anime de forma indiscutible

Los enlaces de vídeo los pongo a riesgo de que desaparezcan, pero podéis buscar otros fácilmente.



Esto no se quedó aquí, sucesivas reiteraciones de esta saga produjeron nuevas cantantes e incluso grupos. Por ejemplo “Fire Bomber” en Macross 7 o en Macross Frontier donde la prestigiosa compositora Yoko Kano creo a las cantantes “inexistentes”  Sheryl Nome y Ranka Lee. Nuevamente la elección obvia para darles voz fue buscar simplemente a cantantes ya existentes, que por cierto ya vendían bien sus discos.


Este fenómeno no se limita a esta serie, hay otras pensadas exclusivamente en este sentido donde los discos puestos a la venta se cuentan por docenas, por ejemplo una serie inspirada en el mundo de las idol “The Idolmaster” que lleva más de una década “dando guerra” y con más de 30 discos recopilatorios en el mercado. Pocas bromas al respecto, al menos en el sentido comercial


Pero en mi opinión lo más “raro” ya tuvo su profecía en una de las reiteraciones de la saga Macross, concrétamente en una creada para su venta directa en vídeo: Macross Plus


En ella aparece una “idol virtual” llamada Sharon Apple. Un ordenador “con sentimientos” capaz de crear música, cantar y presentar conciertos espectaculares. No vamos a entrar en el argumento, pero la idea de la “cantante artificial” era una fantasía en 1994, que dejó de serlo en el 2007.

En ese año la empresa Crypton Future Media


http://www.crypton.co.jp/


Especializada en la creación y venta de bancos y efectos de sonido creo para el programa de Yamaha “Vocaloid” un banco de sonido al que llamó “Hatsune Miku” basado en la voz real de la cantante y dobladora Saki Fujita. Pocos podían imaginar que este “invento” se convertiría rápidamente en un fenómeno de masas.

Youtuve convirtió en viral la idea de una “muñequita” con voz artificial que se extendió como un incendio sin control. Hatsune Miku se convirtió de una “ocurrencia” en un fenómeno que vendía videojuegos, discos y lo que se os ocurra. Para la misma compañía Cryton fue algo de la desbordó, en el 2007 el banco “Miku” ya facturó por un valor de más de 57 millones de yen. Esto ha evolucionado con los años alcanzando una síntesis vocal de más calidad y diferentes tonos de voz. Seguro que una búsqueda simple en Youtuve os va a dar fácilmente más de cuatro millones de resultados. No solo eso, tiene su propio canal oficial en Youtube


Canal Oficial Youtube Hatsune Miku


Los números casi asustan. Más de 900 CDs de música diferentes (no, no bromeo). Parafernalia como peluches, figuras de todo tipo e incluso conciertos en vivo, a este personaje le siguieron otros con diferentes voces.

Las cifras hablan por si mismas. Con este banco se han creado más de 100.000 canciones, más de 170.000 vídeos de Youtube. Su cuenta de Facebook tiene casi dos millones y medio de seguidores

Lo normal si nos pilla esto por sorpresa es llevarnos las manos a la cabeza y soltar un “pero que….”, o un “el mundo se va a la porra”

¿Qué pasa, que hasta nos vamos a cargar la música, a los cantantes, es el fin del mundo?

No, no es el fin del mundo. Al menos si eso ocurre no será por culpa de Hatsune Miku, ni de ninguna otra cantante que no exista. Analicemos esto con un poco de calma y perspectiva.


La música es un mercado, eso lo sabemos todos. Hay cosas para todos los gustos y algunas son mejores y otras peores. A menudo eso de que sean mejores o peores es algo subjetivo pero en general aunque la música es un arte, también es un negocio, y si algo saben los japoneses a la hora de hacer negocios, es sacarle jugo hasta a las piedras.

El tema de cantantes “de fantasía” que son animaciones hace que cantantes vendan no solo por su imagen o música, sino que esta se asocia además a una serie que aumenta sus ventas. Nadie pone en duda la calidad de las composiciones de John Williams pero ser sinceros ¿Cuántos conoceríais la “Marcha Imperial” sin las películas para las que se hicieron?

El compositor podría haber escrito esas obras sin película, y habrían tenido solo una pequeña fracción del impacto que tuvieron. La música y las canciones asociadas a películas, y en este caso a series de animación, películas o videojuegos tienen ese plus añadido que hace que sean más conocidas y se vendan mejor. En Japón parece que muchos cantantes son más pragmáticos y si un disco donde aparecen se vende muy bien, y su nombre solo aparece en el libreto interior y no en la portada es algo que no les molesta tanto. Como ya lo dijo el literato francés Octave Mirbeau en 1903 “Los negocios son los negocios”. De hecho en relación con la animación en Japón, es usual que grupos o cantantes de prestigio y grandes ventas hagan temas para estas series y que vendan el single son solo el nombre de la serie o con el suyo en segundo plano

Pero ¿alguien cree que se pueden vender cientos de discos con la voz de un programa pulsando un botón? Obviamente la respuesta es negativa.


Detrás del fenómeno de Hatsune Miku no solo está la novedad o la popularidad que te puede dar internet. Detrás hay cientos de talentos trabajando. Unos componiendo temas, otros programando los bancos de sonido, los animadores, grafistas, coreógrafos, músicos (porque la música a menudo está interpretada con instrumentos reales). Al final son cientos si no miles de personas aportando de forma más o menos anónima su talento y trabajo en un producto. Si ese producto se vende pues mira, será porque su trabajo no es tan malo.

Pensar por un momento en las posibilidades. Supongamos que eres un compositor con cierto talento, pero el mercado está cerrado a menos que tengas un nombre. ¿A quién vas a proponer tus temas si ningún cantante que tenga cierto éxito va a querer arriesgarse contigo? Pues por un precio bastante modesto en comparación con el equipamiento y software que vas a usar a nivel de aficionado (hablamos de unos 300 € más o menos) tendrás el software con una selección de bancos que te permitirán con algo de ayuda poner tus temas interpretados por una de estas divas virtuales en las redes.


No vamos a entrar a detallar las bondades del producto, eso queda para los comerciales de Yamaha y de Crypton Media, solo indicar que los que hacen eso no ponen sus temas de entrada por “tema tocado y escrito por Pepito”, sino que usan el nombre de Vocaloid y de Hatsune Miku y sus compañeros digitales, y eso es un imán de visitas. Luego falta ver si tu canción o composición realmente tienen éxito, pero la ayuda a la difusión no se puede negar.

De hecho el fenómeno ha llegado a tener un camino inverso al que se podría esperar. Podemos entender que se hagan versiones de temas conocidos para vocaloid pero ¿y si os digo que hay bandas como Wagakki band que versionan temas compuestos para vocaloid?

Y no es solo que aparezca en lugares más o menos especializados, es que puede aparecer en Japón en anuncios, programas de TV, videojuegos, carteles haciendo propaganda. Si por la calles de Japón os encontráis con ella, no penséis que es algo muy raro

Esto es a día de hoy. No sabemos si dentro de una década la síntesis vocal será de tal calidad que no podamos distinguir fácilmente de una voz real en el campo de la música (posiblemente pase). Tema diferente es como cada persona canta y las particularidades de cada cantante, pero cara al futuro entre esto y la animación 3D en tiempo real no debería sorprendernos de que sigan apareciendo este tipo de “idols virtuales” por así decirlo.

No se cansan, no cobran, no engordan, no crecen, no protestan. Claro que la calidad y el arte tendra entonces venir de otro lado. No es algo que tengan que temer los músicos, sino una nueva oportunidad para creadores. ¿Cuánto pagarías tu si fueras un compositor amateur porque una gran estrella cantase tus canciones?



viernes, 16 de marzo de 2018

Historia: El Periodo Kamakura (I)












A medida que vamos entrando en tiempos mas modernos  veréis que la cantidad de información histórica de la que disponemos es cada vez mas abundante. Esto implica que intentar condensar lo ocurrido en un periodo concreto en un tamaño manejable resulta cada vez mas complicado. Es por ello que a partir de este periodo habrá ocasiones en las que divida la entrada sobre ese periodo en dos (o mas si hace falta) entradas

El periodo Kamakura marca una inflexión en la historia de Japón. El país que durante años estuvo en paz y llego a altas cotas de refinamiento en todas las artes que tocó, y donde todo el país se controlaba en buena medida desde su capital de Kyoto dejó paso paulatinamente a un Japón que podíamos considerar medieval. Un país que empezó a fragmentar el poder en numerosos señores feudales que aunque técnicamente debían obediencia al emperador, al ser este en la práctica una figura simbólica estos ejercían un poder total en sus dominios.
Japón se llenó de familias y clanes que mantenían sus territorios militarmente. Los samurái nacieron en esta época como los fieles soldados de los señores feudales y sus costumbres y modos se forjaron en esta época. Los dominios de los señores podían ser conquistados por otros señores y por ello la casta militar experimentó un florecimiento sin precedentes.

¿Cómo se cambió un modelo de gobierno por otro, como se llegó desde una corte imperial de gran esplendor a un país dominado por señores feudales que imponían su voluntad con la espada?

No fue un cambio súbito, sino la consecuencia de la incompetencia del funcionariado de la era Heian empobreció el país. La corte imperial no sabía en realidad mucho de lo que ocurría fuera de los muros de palacio, ni le importaba mientras pudieran seguir con sus vidas de lujo y refinamiento. Varias importantes familias gobernaban de facto diferentes territorios, y también intentaban influir en la corte. Los poderosos Fujiwara perdieron su poder en una disputa que los enfrentó a otros dos clanes: Los Taira y los Minamoto. Tras esto ambos clanes se enfrentaron en la rebelión Heiji en 1160 cuando el emperador Go-Shirakawa-tennō abdicó su puesto a favor de su hijo Nijō. Una abdicación un tanto especial, ya que con el apoyo del clan Minamoto y de los Fujiwara retuvo el poder efectivo (lo que en realidad quiere decir que esas dos familias eran quienes gobernaban). Los Taira en cambio apoyaban al emperador Nijō. Esto se complicó mas cuando las familias Minamoto y Fujiwara pusieron al emperador “bajo custodia”, lo que en la práctica implicaba que estaba prisionero. Los Taira asaltaron el palacio y fingieron una retirada, para que cuando los defensores se lanzaran en su persecución una fuerza de los Taira que no había entrado en el ataque inicial ocupó el palacio cortando las líneas de los Minamoto por la mitad y venciendo.

En el año 1180 Taira no Kiyomori puso a su hijo pequeño de apenas dos años en el trono tras la abdicación, pero las cosas no acabaron aquí. Aquí empiezan las guerras Genpei que durarían entre el 1180 y el 1185 que culminaría en la batalla naval de Dan-no-Ura donde el clan Minamoto, dirigido por el hermano de Minamoto no Yoritomo: Minamoto no Yoshitsune resultó vencedor. El clan Taira fue exterminado casi por completo.


Como consecuencia, el emperador Go-Shirakawa concedió al clan Minamoto el poder de recaudar impuestos y nombrar autoridades en todas las provincias. Tras la muerte del emperador asumió el título de shogun, lo que en la práctica le daba el poder absoluto sobre todo el país. El emperador siguió residiendo en Kyoto con una corte reducida y con propósitos puramente ceremoniales, pero el poder efectivo y real lo asumió Yoritomo que trasladó la capital efectiva a Kamakura, ciudad al sur de Edo que da nombre a este periodo.

Se podría pensar que aquí termina la historia, pero la fragmentación de Japón ya había comenzado y no iba a detenerse por los poderes de los Minamoto. Una cosa es que te den autoridad para hacer algo, y otra muy diferente que los señores feudales lo acepten. Consiguió confiscar tierras y nombrar autoridades locales en el centro y oeste del país, pero en el norte los Fujiwara que tenían allí su feudo tradicional se resistieron hasta el 1189.

Lamentablemente, aunque Yoritomo consiguió en buena medida imponer su poder sobre el país, no supo hacer lo mismo dentro de su familia. Las intrigas y luchas de poder no se lo pusieron fácil, y su muerte en 1199 dio comienzo a mas problemas. Su hijo Minamoto no Yoriie tenía dotes militares, pero sus políticas no contaban con el apoyo del resto del clan. Fue despojado de su poder con un conclave de 13 ancianos liderados por su abuelo Hōjō Tokimasa. Su intento por retomar el poder fracasó  y fue puesto bajo arresto domiciliario y posteriormente asesinado en el 1204. Antes de esto y debido a su enfermedad propuso a su hermano Sanetomo y a su joven hijo Minamoto no Ichiman.

Como ocurre habitualmente en estos casos, el poner a miembros jóvenes de una familia es solo una excusa para que otros detenten el poder como regentes. Paradójicamente en este caso el regente sería Hōjō Tokimasa de clan Hōjō que por estas casualidades de la vida… en realidad descendía del clan Taira. En serio que a veces intentar desenmarañar los líos entre clanes y familias parece una pesadilla, las luchas de poder en esa época era lo que los chinos llaman “tiempos interesantes”.

Técnicamente el emperador reina, pero a estas alturas todos sabemos que el poder real está en otro lugar. Ahora la figura del shogun pasa a ser en estos momentos también simbólica, ya que el poder real está en manos de la regencia del clan Hōjō. ¿Os he comentado que esto es un lio?

Y el problema de tener tanta figura simbólica es que estas pueden tener la tentación llegado el caso de recuperar su poder real, o pueden ser también herramientas para que otros clanes aspiren el poder y dar un aspecto legítimo a sus actos.

Mirarlo de este modo, si un clan pretendiera quitarle el poder al shogun, dado que este técnicamente actúa en representación del poder imperial serían considerados rebeldes y no contarían con apoyos incluso en caso de vencer. No obstante si lo que haces es “ayudar al emperador” a recuperar su poder real, aunque tu propósito sea otro estás legitimando de algún modo tus actos.

¿Recordáis de antes al emperador Go-Shirakawa?  Seguimos con la costumbre de que los reinados del emperador son muy breves. Go-Shirakawa reinó solo tres años, su hijo Nijō reinó unos siete años, el nieto Rokujō apenas tres años sin dejar descendencia., de modo que fue un nieto de Go-Shirakawa: el emperador Takakura quien siguió en el poder ¿no os habéis perdido?. No os preocupéis por recordar el nombre, ya que reinó solo 12 años muriendo a los 19 años. Una edad media para la época. Parece que en esos momentos ser emperador era lo que se llama un oficio de riesgo. No parece extraño que finalmente alguno de ellos, viendo como estaban las cosas y poco decido a dejar no ya el poder, sino la vida decidiera que incluso tras su retiro forzado, sería inteligente intentar sobrevivir. En el 1221 el emperador retirado Go-Toba se alió con los miembros del clan Taira y otros enemigos de los Minamoto para intentar acabar con el poder del shogunato de Kamakura.

 Para ello decidió nombrar un sucesor sin consultar al clan Hōjō invitando a un gran festival en Kyoto a aquellos que consideraba como posibles aliados. Los que no acudieron se consideraron enemigos, y a alguien que se le ocurrió declarar que era leal al shogunato… bueno, digamos que dejó de serlo rápidamente mediante el expeditivo método de liquidarlo. Poco después el emperador declaró al clan Hōjō y al regente como rebeldes fuera de la ley y obviamente se lió parda. Aquí empezó la guerra Jōkyū.

Pero parece que el emperador y sus aliados no contaban con la contundente respuesta del clan Hōjō. Repitiendo la estrategia de años atrás lanzaron un ataque triple y las fuerzas imperiales fueron arrolladas sin muchos problemas. El emperador intentó pedir ayuda a los monjes guerreros del monte Hiei que declinaron amablemente la oferta. La rebelión terminó rápidamente y el emperador tuvo la suerte de no ser castigado con mas que el exilio de por vida a las islas Oki (vamos, que lo mandaron donde no molestase mas). De paso se quitaron de encima a sus parientes incluyendo emperadores retirados e incluso al actual emperador que fue reemplazado por Go-Horikawa, un sobrino de Go-Toba que por lo visto prometió portarse con mas decoro.

 Como consecuencia de este episodio, el shogunato de Kamakura consiguió un poder virtualmente absoluto. Ninguna decisión se podía tomar sin ser consultada previamente con ellos, y aunque la corte conservo sus tierras, perdió prácticamente todo su poder político.


Con esto la situación política del país quedó estabilizada durante bastantes años hasta que el año 1333 veremos cambios importantes, pero eso queda para otra entrada.


Este periodo también tiene que ofrecernos mucho en otros campos aparte del puramente histórico, pero como incluirlo todo en una sola entrada haría que se alargase demasiado he decidido dividirla en dos. Veremos próximamente otros aspectos de este periodo donde empezamos a ver eso que se considera "japonés de toda la vida" como son los samurais



miércoles, 14 de marzo de 2018

Literatura: El cuento del cortador de bambú















El “Taketori Mongatari” (竹取物) es considerado frecuentemente el cuento mas antiguo de Japón, no obstante el primer documento escrito del que tenemos constancia es del siglo XV. Las referencias a este cuento a veces son difíciles de comprobar, pero como su acción transcurre en el periodo Heian que hemos visto recientemente, y es otra de las grandes obras populares de Japón creo que meceré una entrada.

La historia del cortador de bambú, conocida a veces como “El cuento de la princesa Kaguya” nos narra la historia de una modesta pareja de ancianos que viven en el bosque, donde el marido se gana la vida cortando bambú.

Un día ve un tronco de bambú que brilla, y decide cortarlo para ver su interior. Dentro del mismo encuentra una diminuta niña del tamaño de su pulgar. Decide entonces que esa niña es un regalo que le hacen los dioses tras años de rogarles por tener hijos y se la lleva a su casa donde crece rápidamente hasta alcanzar el tamaño de una niña normal. El crecimiento de la niña es constante hasta alcanzar el de una joven de extraordinaria belleza. En el bosque el anciano encuentra otros troncos de bambú con oro y otros tesoros en su interior que le sirven para vivir con el lujo que consideran adecuado para una muchacha de tal belleza.

La niña recibirá el nombre de “Kaguya Hime”  cuyo nombre hace referencia a su deslumbrante belleza. No tardarán diferentes príncipes de la corte en tener noticias de esta muchacha y cinco de ellos acudirán a pedir su mano en matrimonio. No obstante la muchacha no desea casarse, y para evitarlo pide como prueba de su amor a cada uno de los príncipes un objeto mítico imposible de conseguir. A uno le pide el cuenco de Buda, a otro una rama mítica de oro y piedras preciosas, a otro la piel de una rata de fuego, a otro la joya que se supone tiene un dragón y al último una concha de una golondrina. (si, suena raro pero son leyendas de la época). Ninguno de ellos consigue la prueba. Algunos intentan falsificarla, otros lo intentan y fracasan.


Pero las noticias sobre su belleza llegan hasta el palacio imperial, y el mismo emperador le pide matrimonio y que vaya a vivir a palacio. Ella confiesa entonces que no es de origen humano, sino que procede de la luna.

El príncipe insiste, pero ella pronto cae en la tristeza y melancolía. Preguntada por el motivo confiesa que siendo originaria de la luna, debe de volver pronto a ella de nuevo. Sus padres alarmados piden ayuda al emperador, que rodea la casa con soldados para impedir que los habitantes de la luna recuperen a su princesa, pero todo es en vano ya que una luna llena de gran luminosidad ciega a los soldados y hace que no quieran luchar. La princesa desaparece dejando una carta a sus padres despidiéndose de ellos y del emperador, aclarando que aunque no quería irse, debía hacerlo obligada.

Entonces el emperador envía a sus soldados a lo alto de la montaña mas alta de Japón: El monte Fuji (si, es la mas alta del país) para que quemen la carta de la princesa esperando que esta señal llegue a ella.

Años mas tarde, cayó de la luna la capa que le dieron los habitantes de la luna a la princesa, y un monje acudió al emperador para informarle de que la princesa estaba muy enfada por no haberse podido quedar en la tierra, y quería convertir toda la tierra en un lugar como la luna sin tiempo y sumida en la noche eterna. Para evitarlo debían intentar sellar a la princesa para siempre. Para ello el monje usó un espejo de palacio y los cinco objetos que pidió a sus pretendientes. La princesa al saberlo en su furia convirtió al monte Fuji, que hasta entonces era solo una montaña en un volcán (obviamente no, el Fuji siempre ha sido un volcán). Desde entonces se dice que los temblores y erupciones de este volcán se deben a la furia de la princesa.

El cuento en castellano puede encontrarse en algunos formatos, como los que os pongo a continuación




Versión ediciónes Chidori
Versión de ediciones Trotta

Aunque posiblemente es mas conocido en occidente este cuento por la extraordinaria adaptación animada que hizo Isao Takahata en 2013 (en España en el 2016) con el estudio de animación Ghibli (posiblemente uno de los mejores del mundo).

Esta versión es de una belleza prodigiosa, con una animación hecha a mano usando técnicas de acuarela es a nivel técnico un “tour de forcé” impresionante. Con una música extraordinaria del gran compositor Joe Hisaishi nos narra una versión mas corta de este cuento, que finaliza cuando la princesa abandona la tierra.





Esta película de animación es en mi opinión imprescindible para cualquier amante del cine, incluso para quienes consideran a la animación un género menor y en general para cualquier amante de la cultura japonesa. Es muy difícil expresar en palabras lo que se siente al ver esta obra maestra de inmensa sensibilidad y belleza. Aclamada por la crítica a nivel mundial es una de esas obras que “o la has visto o no”. Se pueden verter ríos de tinta (aunque sea electrónica) sobre esta película, pero solo viéndola, su es posible en japonés con subtítulos (y la experiencia vale la pena) se puede entender la belleza de este cuento y la tremenda belleza de esta adaptación. No es una historia con final feliz estilo Disney, es un bellísimo y desgarrador cántico a la libertad, la alegría y también a la tristeza. Quizás no apta para niños pequeños pero si para cualquier adulto de paladar delicado.



Aparte de en esta película, resultaría imposible citar todas las apariciones en uno u otro medio, así como las diferentes adaptaciones que se han hecho sobre esta historia. Su condición de cuento clásico lo convierte en una popular fuente de inspiración. Aparece en varias series populares de animación japonesa, pero también es una fuente de inspiración en occidente donde podemos encontrar una adaptación en la película “Claire” del 2001


https://www.filmaffinity.com/es/film454612.html

Como dato curioso adicional, Japón envió en el año 2007 una sonda a la luna y a esta sonda se le conocía también como “Kaguya”. El nombre se escogió mediante una votación popular


lunes, 12 de marzo de 2018

Literatura: Genji Monogatari













Mencionado ya en la entrada sobre el periodo Heian, la obra del Genji Monogatari (源氏物語) merece una entrada por si misma.

La importancia de esta obra es comparable, por establecer un paralelismo al “Don Quijote” para la literatura en español. Lamentablemente hasta hace no muchos años era prácticamente imposible obtener en el mercado de habla hispana de una edición, y no digamos ya una de calidad de esta obra. Afortunadamente esta situación se ha corregido y disponemos actualmente de varias ediciones, incluyendo una que es una traducción directa del original.


Pero empecemos por la autora. Generalmente se considera que esta obra fue escrita por Murasaki Shikibu ( 式部  978 DC – 1014 DC). En nuestro idioma esto se traduce como “Dama Murasaki”. Una mujer de la corte imperial del periodo Heian emparentada con la familia Fujiwara que vivió casi toda su vida en la corte imperial. Durante buena parte de su vida esa corte fue regida por el emperador Ichijō Tennō, y durante su reinado se considera que el periodo Heian alcanzó su máximo esplendor. No solo encontramos durante su reinado la obra de Murasaki, sino también la de Sei Shōnagon (清少納言). Otra dama de compañía que escribió otro clásico de la literatura japonesa conocido como “El libro de la almohada”.

Murasaki nació en una familia de literatos. Hija de Fujiwara no Tametoki y nieta del famoso poeta “waka” Fujiwara no Kanesuke que a día de hoy cuenta con muchos lectores interesados en su poesía.  Casada con un noble de su misma clase social tuvo una hija con el nombre de Daini no Sanmi que también se labró una reputación como poetisa. También escribió un diario que se considera igualmente una obra clásica del periodo Heian

Pero fue la obra de Murasaki la que le ganó el favor de la corte e hizo que se convirtiera en una dama de la corte de la emperatriz Fujiwara no Shōshi. Murió en Kyoto en el 1014 y su tumba es a día de hoy un lugar muy visitado 

También hay algunas estatuas dedicadas a la memoria de esta escritora, como la que se encuentra en el templo Ishiyama-dera de la ciudad de Ōtsu, en la ciudad de Fukui, en Uji y la lista sigue


También hay algunas estatuas dedicadas a la memoria de esta escritora, como la que se encuentra en el templo Ishiyama-dera de la ciudad de Ōtsu, en la ciudad de Fukui, en Uji y la lista sigue

La obra en sí misma no tiene título, ni aparece en el mismo el nombre de la autora. De hecho hay controversia acerca de si toda la obra es suya o algunas partes fueron escritas por su hija. Con todo dejaremos esas especulaciones para los expertos y nos centraremos en la obra.


El cuento de Genji es una obra extensa. Las ediciones en español suelen exceder las 1300 páginas y suele aparecer en dos o mas tomos. El original se escribió en japonés clásico usando el silabario hiragana conocido en esa época como “onnade” y eso añade dos complicaciones mas a la traducción. Una es el uso de caracteres ligeramente diferentes a los actuales, o algunos que ya no se usan. El otro problema tiene mas que ver con el idioma japonés en si mismo. La escritura japonesa usa kanas, que son caracteres que simbolizan sonidos de silabas. El castellano usa letras de origen romano y griego, y cada silaba se produce por una combinación de una o mas consonantes con una vocal (o solo vocales). En el kana encontramos las mismas vocales que en el castellano, pero únicamente una consonante suelta que es la “N”. El resto de los sonidos silábicos se crean asignando un carácter a cada uno. Algunos son los mismos con una pequeña marca para diferenciarlos, podéis consultar este enlace para hacernos una idea mas clara:



El japonés escrito usa también ideogramas de origen chino conocidos como kanji. Estos ideogramas tienen varias lecturas, pero además acarrean un significado. Cuando una palabra puede hacer referencia a varias cosas (como en castellano “Banco” que puede ser un asiento o una empresa financiera) lo deducimos por el contexto, mientras que en japonés se distingue por el kanji utilizado. Al estar escrita en kana aparecen a menudo confusiones de este tipo que no siempre son fáciles de distinguir, mas cuando hablamos de una obra ambientada en la corte imperial de hace mas de mil años.

Y es que la obra se escribió para las mujeres de la corte. Un grupo social relativamente pequeño con unos usos y costumbres muy particulares. Su lectura incluso en una traducción directa resulta en ocasiones complicada por el respeto que se tiene al original, donde a menudo se omiten nombres de personajes pasando a identificarlos de forma indirecta. La costumbre de que la nobleza se expresara a menudo mediante citas a poemas famosos  o proverbios tampoco ayuda.

Algunas ediciones que se han basado en traducciones al inglés o Alemán omiten fragmentos de contenido homosexual o sexo bastante explicito, la única versión que conozco que es directa y completa sería la de  Hiroko Izumi  Shimono e Iván Pinto Román del Fondo Editorial de la Asociación Peruano Japonesa. Las otras dos adaptaciones, la de Ediciones Atalanta y la de Destino se basan en versiones en otros idiomas y contienen adaptaciones para facilitar su lectura y posiblemente censuras contenidas en las versiones en las que se basan. Dejo a elección de cada uno el buscar una u otra.

Pero pasemos a la obra. El cuento de Genji nos narra la historia desde su nacimiento hasta su muerte (y mas allá) de un personaje ficticio de esa corte llamado “Hikaru Genji” o “Genji el resplandeciente”. Un joven noble de la corte y sus diferentes amores con varias mujeres a lo largo de los años. En la novela es un hijo del emperador Kiritsubo con una dama de rango inferior de la corte (la poligamia era común entre la nobleza, así como el tener no solo esposas, sino también concubinas). El joven conocerá y mantendrá relaciones con diferentes mujeres de diferente condición, hasta que insatisfecho por no encontrar a la mujer perfecta adoptará a una niña llamada Murasaki a la que criará para conseguir su ideal. Lamentablemente ella no podrá darle hijos.


La historia pasará desde el Genji niño a adolescente, adulto y pasará a narrarnos sus líos en la corte, su caída en desgracia y exilio y posterior retorno. Una historia que abarca desde su vida hasta su muerte e incluso un poco mas allá. Una obra que incluso con la dificultad ocasional de su lectura por los motivos antes mencionados, y porque está ambientada en una cultura muy diferente a la nuestra atrapa al lector por su fuerza e interés. Antes que desgranar la historia, prefiero centrarme en otros aspectos y dejar a cada uno el descubrir por si mismo esta joya de la literatura universal

Existe en la ciudad Uji al sur de Kyoto un museo dedicado íntegramente a esta obra


Se puso en circulación en el año 2000 una edición de billetes de  2000 yen que en su parte trasera incluye una escena de esta obra con un retrato de la autora en la esquina inferior derecha.

La historia de Genji se ha adaptado en multitud de formatos. Una película de 1951 dirigida por Kôzaburô Yoshimura, otra con el mismo nombre en 1966 dirigida por Kon Ichikawa, y otras mas hasta actualmente en el 2011 con el nombre de Genji Monogatari: Sennen no Nazo. Seguro que me dejo varias en el tintero. También se ha adaptado al manga y a otros formatos. Muchas historias se inspiran directa o indirectamente en este libro.



La pregunta obvia sería ¿Pero me va a gustar el libro?
Bueno, eso es un aspecto personal que me resulta imposible averiguar. A mi me gustó mucho y lo encontré una lectura apasionante no ya por conocer las costumbres y organización de la corte imperial Heian, sino porque además la historia es buena. La trama es interesante y llena de personajes. El príncipe Genji es un romántico a la búsqueda de un ideal y los personajes de la obra son seres humanos que aman y odian. Al margen de su valor como documento histórico lo cierto es que Murasaki se revela como una gran escritora y mejor novelista. Lo importante a veces no es solo la historia que se cuenta, sino el modo en el que se cuenta. Incluso teniendo en cuenta los casi mil años de la historia, y que estamos leyendo una traducción y no el original el libro engancha. Por otro lado no podemos obviar que el ambiente en el que se narra el libro es muy diferente a cualquiera actual y que en ocasiones podemos perdernos entre tanto personaje y mas cuando los nombres de los mismos varían en ocasiones.

En cualquier caso personalmente encuentro el libro apasionante, pero como en todo os recuerdo que esto no es mas que una opinión personal







jueves, 8 de marzo de 2018

Historia: El Periodo Heian















El periodo Heian transcurre entre el año 794 y el 1185 y es un punto de inflexión dentro de la historia de Japón. De una forma un poco grosera, como pudiéramos decir pintando la historia a brochazos podríamos dividir la historia en tres partes. La que precede a Heian que sería el “Japón antiguo”, luego el “Japón feudal” o medieval si os gusta mas, y luego llegaríamos a épocas mas modernas. El periodo Heian es uno de esos puntos donde la historia cambia paulatinamente entre una época y la siguiente.
Este periodo es conocido como una época de gran esplendor. Las artes florecen con la aparición de grandes obras de pintura, literatura, edificaciones y otras expresiones artísticas. La corte imperial alcanza un esplendor sin precedentes y en paralelo se produce un empobrecimiento generalizado en el país. Kyoto será capital imperial durante mas de mil años. Aparecerá esa clase tan conocida en occidente: Los samurái. Todo el refinamiento y elegancia de esa corte, esa paz desaparecerá a su término dejando a Japón sumido en guerras durante siglos. En contraste a lo que vendrá mas tarde, Heian es un periodo de paz como su propio nombre indica (Heian “平安” se traduce literalmente como paz)

La corte imperial en Kyoto se diseñó como la de Nara con una fuerte influencia china en su planificación y arquitectura. Su nombre “京都” quiere decir literalmente “ciudad capital”. Su nombre ha variado levemente dependiendo de cómo se leía. Además de “Kyo” también fue llamada “Miyako” o “Kyo no Miyako” (sede del palacio imperial) e incluso como Saikyō o “capital del oeste”. Esta ciudad milenaria conserva innumerables restos de este periodo y posteriores. Dicen algunos que toda una vida no basta para conocer esta hermosa ciudad. Tiene mas de 2000 templos, palacios y jardines y a día de hoy tiene 17 ubicaciones que son consideradas patrimonio de la humanidad.

Kyoto no sufrió bombardeos en la segunda guerra mundial y aunque se consideró por parte de los militares como un posible objetivo para la primera bomba atómica, el secretario de defensa Henry Stimson defendió que fuera excluida acudiendo incluso personalmente al presidente Truman para ello. Los motivos no están claros, pero el valor cultural de Kyoto a nivel universal está fuera de toda duda.


Como ocurrió anteriormente, el poder real del emperador seguía siendo puramente nominal. La poderosa familia Fujiwara caso a varias de sus hijas con varios emperadores para asegurarse el poder efectivo. Sucesivas campañas militares completaron casi por completo el dominio sobre la isla de Honsu persiguiendo a los últimos restos de la etnia emishi en el noroeste de la isla y técnicamente todo el país estaba bajo el dominio del emperador (un dominio un tanto limitado en el mejor de los casos).

Claro, una corte de gran esplendor implica mucho dinero, y lamentablemente los Fujiwara y otras familias como los Soga que detentaban el poder centraban su atención en Kyoto y su corte. Los gobernadores de las diferentes provincias tenían una gran autonomía y debían de defender ellos mismos sus dominios. Esto dio origen a una cultura basada en la filosofía del “bushi” que dio origen a la casta samurái. Estos señores debían de contar con el favor de la corte, pero tenían una gran independencia. El país se empobreció paulatinamente a la par que la seguridad de sus ciudadanos lejos de la gran capital decaía. Todo esto llevó finalmente a la aparición de señores que mantuvieron ejércitos privados de samurái (los que sirven) y eventualmente a la decadencia y caída del poder de la corte. La corte constaba de unas cinco mil personas viviendo en lujo frente a una población que se estima en unos cinco millones de personas para esa época. Sobre el año 1000 ni siquiera se emitía moneda y la incompetencia burocrática dejó al país en manos de los diferentes señores feudales.


Pero esto estaba aún por llegar. Mientras tanto la corte floreció en diversas artes. La aparición de los silabarios katakana (basado en kanjis chinos) e hiragana (usado mayoritariamente por mujeres en esa época) permitió por su comparativa sencillez respecto al kanji que la alfabetización fuera mucho mas abundante. Pensemos que aunque a un occidental los kanas les parezcan a menudo “garabatos incomprensibles” son mucho mas sencillos de aprender. A día de hoy los kanas no llegan a 100 para producir los sonidos del idioma japonés (y muchos son variaciones de los mismos y algunas combinaciones). Por el contrario los kanji son literalmente miles. Cualquier persona puede aprender a leer hiragana y katakana en unos días sin demasiado esfuerzo, mientras que dominar los kanji, incluso solo los “oficiales” que son los que teóricamente deben usarse únicamente puede llevarle años. La aparición de los silabarios produjo una explosión cultural que nos ha dejado obras como “El libro de la almohada (枕草子 Makura no Sōshi) de Sei Shōnagon (este nombre posiblemente no sea mas que un título protocolario) que es un diario cotidiano de la vida en la corte. También de esta época es uno de los poemas mas famosos del país: El Iroha que usa todos los kanas del silabario una vez y que durante siglos ha sido usado como ayuda nemotécnica y como orden para los kanas (no se ordenan tradicionalmente como los sonidos occidentales).



Es también de este periodo una de las obras mas famosas de la literatura antigua japonesa: El Genji Monogatari (源氏物). Considerado por algunos autores como por ejemplo Jorge Luis Borges como la primera novela de la historia. Escrito por Murasaki Shikibu ( 式部) que podríamos traducir literalmente como “Dama Murasaki” (murasaki quiere decir “púrpura”) y que narra la historia de un “príncipe resplandeciente” en la corte Heian desde su infancia hasta su muerte. Una obra que podríamos comparar en importancia e influencia con “El Quijote” en la lengua española. Obra que debo añadir es de lectura complicada por la costumbre de la época de nombrar a las personas no por un nombre, sino por métodos indirectos como la calle donde tenían su palacio y otras figuras similares. Es una obra que aún con la dificultad que entraña ocasionalmente es tremendamente interesante e ilustra muchas de las particularidades de la cultura de ese periodo.

En esta época se ambienta también uno de los cuentos folklóricos japoneses mas antiguos que se conocen: El cuento del cortador de bambú que muchos conocen como “El cuento de la princesa Kaguya”

En la corte imperial la belleza primaba sobre la honradez. El canon de belleza de la época es muy diferente al actual, y sobre todo en las mujeres era bastante complejo. Las caras debían de ser empolvadas de blanco con polvo de arroz, mejillas y labios en rojo. Cejas pintadas en lo alto de la frente, melenas largas y lustrosas y extrañamente ambos sexos se tintaban los dientes de negro con una mezcla de hierbas y vinagre. Esta costumbre perduró durante siglos y se eliminó casi por completo en el siglo XIX. Actualmente esta costumbre solo aparece actualmente en algunos festivales, en teatro kabuki y en la ceremonia en la que un aprendiz de geisha pasa a tener ese estatus definitivo.



El ropaje de la época tampoco es lo que solemos asociar con el Japón tradicional. La vestidura masculina se inspiraba en buena medida en la china y coreana. Hasta los colores de la ropa estaban reglamentados para diferentes clases. Las mujeres llevaban múltiples capas de ropa, llegando hasta 20 capas lo que supongo debería de limitar bastante su movilidad, pero dado que en la corte las mujeres prácticamente nunca abandonaban sus residencias, y cuando lo hacían era en carruaje cubierto o palanquín tampoco debería de ser tan importante.

Añadamos a todo esto, que las construcciones seguían siendo casi en su totalidad de madera. Suelos de tatami, paredes bastante delgadas y grandes salas con biombos creando las separaciones. Los fuegos eran escasos y limitados por lo general a las cocinas. En invierno esas capas de ropa debían de ser útiles desde luego.

La vida en la corte era muy ceremoniosa. Las relaciones entre personas de sexo opuesto eran bastante limitadas. Las damas no salían casi nunca de palacio, e incluso tras ser presentadas formalmente por lo general se ocultaban tras una celosía o persiana para hablar con sus pretendientes, y siempre con una tercera persona presente. Las cartas eran un elemento importante de comunicación, donde detalles como la tinta, el tipo de papel, la caligrafía con la que se escribían, el perfumado del papel e incluso como se doblaba la carta eran elementos importantes. Es esa época floreció la poesía y era considerado de buena educación hablar haciendo referencia a poemas famosos. Durante esa época se llegó al extremo (narrado en el libro de Genji entre otras fuentes) de considerar el cuerpo humano desnudo como algo desagradable.


En el terreno religioso el budismo siguió adentrándose en Japón. Principalmente de la mano de dos sectas esotéricas: La secta Tiantai que toma su nombre de una cadena montañosa de la provincia china de Zhejiang y por otro lado la secta shingon tendai que tuvo mucha influencia en la corte imperial por su poesía, escultura, caligrafía y otras artes. Esta secta tiene su representación mas importante en el monte Koya que se encuentra en la prefectura de Wakayama al sur de Osaka y es un popular destino turístico. Considerado patrimonio de la humanidad  tiene mas de cien templos de singular belleza. Otro centro de esta secta que ya comentamos anteriormente fue el monte Hiei.

Durante este periodo se inició un corriente pictórica conocida actualmente como Yamato-e. Literalmente eso quiere decir “pintura japonesa” (大和). Es común que diferentes estilos en japonés tengan un nombre y la “e” después que no es mas que una de las pronunciaciones del kanji “”. Como veremos en su momento hay corrientes como el “Ukyo-e”, “Kara-e” y otras.

Este estilo propio, inspirado en las obras de la dinastía Tang generalmente muestran escenas de la naturaleza o de lugares famosos acompañados de pequeñas descripciones. Generalmente pensados para ser colgados de las paredes (algo que se hace aún hoy en día y se denomina “kakemono”) . También se usaban en biombos o puertas correderas o también en rollos que narraban diferentes historias, a menudo asociadas con poemas waka. Lamentablemente se conservan muy pocos ejemplos de obras de este estilo del periodo Heian, posiblemente porque como partes de un edificio estas eran descartadas con este en su momento. Eran mas una decoración utilitaria durante este periodo aunque esto cambió en parte en los siglos venideros. Algunos ejemplos de este arte pueden verse en museos de todo el mundo, como el Metropolitano de Nueva York.

Resumiendo un poco, este periodo llevó al arte japonés a cumbres nunca vistas anteriormente. Literatura, poesía, pintura y otras artes florecieron al amparo de la corte imperial. Fue un periodo de paz, pero de una paz conseguida a costa de olvidarse del país y dejarlo en manos de los gobernadores, y esto terminaría en un periodo de conflictos que veremos mas adelante.


viernes, 2 de marzo de 2018

Religión y Mito: Inari y los zorros










Voy a hablaros de una deidad muy conocida en Japón y que tiene numerosos templos dedicados a ella.
Inari (稲荷) es una deidad que se identifica con el arroz, la fertilidad, la industria, el éxito y también con los zorros. Hablando de forma estricta esta deidad puede aparecer de forma masculina, femenina o andrógina pero lo mas usual es representarla con aspecto femenino cuyos orígenes beben de varias fuentes. A lo largo de los siglos el sintoísmo se ha entremezclado con el budismo, por lo que a veces se confunde con la diosa budista llamada Benzaiten que es uno de los siete dioses de la fortuna de origen chino y anteriormente del hinduismo (aunque hay santuarios dedicados independientemente a ambas deidades).

Entrar en los jardines de los orígenes de estos cultos es complejo y escapa a los propósitos de este blog que como sabéis son mas meramente orientativos que otra cosa. A nivel práctico lo que debemos saber es que Inari es una deidad sintoísta relacionada con el arroz y los negocios, y también a través de los siglos con otros temas como son los pescaderos (hay un santuario dedicado a Inari cerca de la lonja de pescado de Tokyo) e incluso fue venerada como protectora de la salud.

Dado que el arroz fue una medida común durante siglos para medir la riqueza y la diosa Inari se relaciona con el arroz, su culto se hizo muy popular durante siglos. De hecho se estima que un tercio al menos de los templos y capillas sintoístas del país están dedicados a esta deidad entre otras. Muchos de estos santuarios están ubicados en castillos

Sin lugar a dudas, el santuario dedicado a Inari mas conocido universalmente es el Fushimi Inari-Taisha que se encuentra a pocos minutos en tren desde Kyoto y que es conocido mundialmente por sus miles de puertas “torii” de color rojo que forman caminos en la montaña del mismo nombre.



En las entradas de estos templos encontramos a los guardianes, incluso en templos budistas encontramos estos elementos. En algunos son figuras humanas de guerreros, en otros aparecen demonios pero lo usual en muchos templos sintoístas es encontrarnos a los Komainu que parecen una curiosa mezcla entre perro y león. En los templos dedicados a Inari lo que nos vamos a encontrar son dos zorros conocidos como “kitsune” que se les considera mensajeros de esta diosa entre otras cosas.

Y es que el zorro, junto al tanuki (una especie de mapache propio del sudeste asiático) y el gato son considerados a menudo como animales mágicos. Dotados de inteligencia y que con los siglos ganan en poderes.

El zorro o “kitsune” aparece en muchos mitos y leyendas en todo el mundo, no solo en Japón. Recordemos que el zorro aparece en occidente en leyendas como arquetipo de la astucia. Es posible que el origen esté en relatos como los del escritor tracio Esopo de la antigua Grecia, y que estos relatos llegaran a la India que es la fuente principal de mitos para China y Asia en general. Puede también que la relación sea otra, en todo caso el zorro aparece tradicionalmente como un animal mágico. Aparece en las leyendas chinas como los “Huli jing”, o en las coreanas como los “kumiho” o zorros de nueve colas.


Al igual que en China o Korea, se cree que a medida que un zorro vive a lo largo de los años gana en poderes y sabiduría aumentando el número de sus colas hasta alcanzar las nueve. Se cree que aunque pueden transformarse para adoptar forma humana, si pierden su concentración se pueden ver sus colas. También que odian a los perros .


No solo aparecen en el folclore, también a día de hoy aparecen como protagonistas en historias modernas de fantasía en varios de esos países. Me viene a la cabeza por ejemplo una conocida “telenovela” coreana del 2010 llamada “Nae Yeojachinguneun Gumiho” que literalmente se traduciría como “Mi novia es una zorra de nueve colas”. Igualmente aparecen en muchas historias actuales como protagonistas en todos los géneros. Por poner solo un ejemplo actual, el comic y animación “Inari, Konkon, Koi Iroha“. El popular grupo “Babymetal” dice actuar poseído por el dios zorro (obviamente no, es solo una pose comercial) y por poner solo otro ejemplo mas actual otra serie de comic y animación llamada “Konohana Kitan”



En estas leyendas a menudo los zorros engañan a los humanos tomando formas humanas. A menudo el de mujeres jóvenes y hermosas (durante siglos se pensaba que si una mujer iba sola caminando de noche podría ser uno de ellos).

Los zorros de Inari son considerados como benefactores, en contraposición a otros espíritus malévolos como los nogitsune o ninkos. Podemos encontrar leyendas y cuentos con unos y otros.

Podemos tomarnos esto a broma, pero durante siglos esto se tomó muy en serio, llegando a ser tema de preocupación entre la clase gobernante y el clero que a menudo acusaban a algunas personas de estar poseídos por estos espíritus. Un aspecto de los kitsune es que no solo podían aparecer como esos zorros de larga vida, sino también como espíritus que poseían a las personas (lo conocido como kitsunetsuki). En estos casos no era extraño pedir un exorcismo para la víctima. En ocasiones la víctima era golpeada e incluso quemada si no se conseguía expulsar al espíritu. Esto puede chocar pero esta práctica fue habitual durante siglos.

A día de hoy no es extraño que incluso se venere en algunos lugares al kitsune como una deidad por si misma. Las máscaras de zorro son un artilugio habitual a la venta en los festivales conocidos como matsuri.

Algunas curiosidades mas que podemos encontrarnos en Japón respecto a los zorros pasan por cosas como el “inarizushi” que es un tipo de sushi hecho de tofu frito relleno de arroz y que dicen recuerda a las orejas de los zorros.

También antiguas tradiciones como en Kitsune no Yomeiri (狐の嫁入り) que hace referencia al fenómeno de que llueva mientras tenemos un día soleado, y a las procesiones de luces por la noche en las montañas.

Esto guarda relación con el “yomeiri” que consiste en la “recepción de la novia”. Tradicionalmente en Japón la familia del yerno recibe a la novia en su casa el día de la boda dándole la bienvenida a la familia. En diferentes partes de Japón existen tradiciones asociadas a los zorros y a las novias. Durante años en el periodo Muromachi y hasta el periodo Sowa las bodas se celebraban de noche y las novias eran escoltadas a su nuevo hogar por una procesión de lámparas.

En cuanto al fenómeno meteorológico, decía el poeta Masaoka Shinki “Cuando la lluvia cae del cielo azul, a la hora del caballo, el gran rey zorro toma a su prometida”. En algunos lugares este fenómeno se asociaba con buenas cosechas, o muchos hijos para las novias que se casaban en esos días.

A día de hoy no es raro que se celebren en algunos festivales este tipo de procesiones con máscaras de zorros. Incluso hay danzas kagura relacionadas con la diosa Inari y los zorros. Os pongo un enlace al “youtube japonés” conocido como “nicovideo” con una de estas danzas


Finalmente como cosa mas curiosa, existe en Sendai en pueblo conocido como “Zao Fox Village”


Donde los turistas pueden ver literalmente “montones” de zorros e incluso darles de comer










lunes, 26 de febrero de 2018

Historia: El periodo Nara












El periodo Nara, que toma este nombre de ciudad homónima transcurre entre los años 710 y 794. Un periodo mas bien breve pero con varios cambios importantes. A partir de este periodo es cuando empezamos a encontrar cosas “grandes” de interés para viajeros. Es cierto que existen ruinas y restos anteriores pero a menudo en lugares un tanto alejados de las atracciones mas típicas y son difíciles de apreciar. Es a partir de este periodo cuando empezamos a tener restos abundantes y accesibles.
Este periodo se inicia cuando la emperatriz Genmei establece la capital en Heijō-kyō (平城京) durante casi todo ese periodo excepto cinco años. La capital se movió durante una década en el 784 a lo que hoy es la ciudad de Nagoya, para trasladarse hacia el final del periodo Nara a Kyoto donde permanecería durante un milenio (las fechas en las que la capital pasó a ser Tokyo son motivo de discusión)


Aún se encuentran en la zona de nada los restos de la capital Heijō-kyō, aunque no son nada espectacular que podamos ver (mirar el mapa para haceros una idea). La ciudad sufrió varios incendios desde su abandono e incluso quedó cubierta por campos de cultivo con los siglos. En los años 70 se inició una excavación para recuperar los restos y a día de hoy se consideran patrimonio de la humanidad





Es en esta época donde encontramos algunos de los primeros ejemplos de literatura, incluyendo el Kojiki y el Nihon Shoki que básicamente son libros de registros “históricos” que entre otras finalidades tenían el justificar el derecho imperial a reinar. También encontramos los primeros ejemplos de poesía japonesa de estilo waka. Aunque no sea de interés especial para el viajero, hay que comentar que la literatura de este periodo (y de algunos posteriores) es extremadamente difícil de traducir a día de hoy. No solo está en un japonés arcaico, sino que en muchas ocasiones se usan caracteres chinos como expresar sonidos del japonés. Esto quiere decir que los caracteres chinos se usan por su sonido, no por su significado y para complicar mas las cosas diferentes kanji pueden usarse para el mismo sonido. Esto continuaría siendo así hasta la creación de los silabarios en el periodo Heian.


En este periodo el budismo se introdujo profundamente en la sociedad japonesa. Dos muestras de ello las podemos encontrar en la zona de Nara, concretamente en el templo Tōdai-ji (東大寺) que es a día de hoy, incluso tras varias reconstrucciones por incendios uno de los edificios de madera mas grandes del mundo (impresiona verlo, en serio) y que alberga en su interior una gran estatua de bronce conocida como el Nara Daibutsu.

También en este periodo el monje budista Saichō fundó en el monte Hiei un famoso templo de la secta Tendai que permanece a día de hoy. Este monasterio tuvo mucha influencia a lo largo de los siglos, pero hay que comentar que lo que podamos ver es una reconstrucción posterior. Los monjes de esta secta cometieron el error siglos mas tarde de ponerse en contra del señor feudal Oda Nobunaga, que un poco harto de sus constantes ataques decidió cortar el problema de raíz y quemó la montaña entera con sus templos… y los monjes.

En la ciudad de Nara además del Todaiji podemos encontrar otros ejemplos de este periodo como el templo Santuario Kasuga Taisha y sus famosas 3.000 lámparas


También tenemos en la zona el templo Kofukuji fundado en el 710 por la familia Fujiiwara (si, siguen los líos en palacio, y no pararán). El templo Shin-Yakushiji fundado en el 747 y el museo nacional de Nara


Si hay algo que va a llamar la atención al turista que visita Nara, además de lo relacionado con este periodo es sin duda la presencia de los ciervos sika (Cervus nippon). Una especie bastante extendida en el sudeste asiático y que se diferencia sobre todo de los europeos y americanos en que es de pequeño tamaño. La ciudad de Nara tiene literalmente centenares de estos animales correteando por los parques e incluso entrando en algunos templos.


Se consideran animales sagrados, mensajeros de los dioses (aunque eso no impide que se controle su población) y aunque son animales salvajes están muy acostumbrados a la presencia humana, comiendo directamente de las manos de los turistas. Insisto en lo de salvajes, porque a pesar de ser pequeños y muy bonitos, en época de cría las hembras pueden atacar a quienes se acerquen a sus retoños, y tampoco dudan en intentar coger cualquier comida que el visitante tenga a mano (eso incluye morder los bolsillos, bolsos o lo que pillen).

En este periodo se inició una forma de arte típicamente japonés y que perdura hasta nuestros días: los jardines japoneses donde prima mas la recreación de la naturaleza que la inclusión de elementos artificiales.

Históricamente este periodo no carece de conflictos, aunque no en forma de guerras, sino de intrigas, asesinatos e intrigas palaciegas. Sería quizás un poco aburrido detallarlas, bastará con comentar que aunque el país está en paz y prosperando los conflictos se desarrollan en las intrigas por el poder y las sucesiones al trono de diferentes familias. A efectos prácticos lo que nos interesa como viajeros es saber que durante este periodo la capital estuvo en Nara, luego en Nagoya y posteriormente a Kyoto. Los monumentos como templos y artefactos que veamos presentarán una fuerte influencia china, y de hecho durante este periodo se mantuvieron contactos diplomáticos con la coste de la dinastía Tang. China también tuvo enviados en la corte japonesa. También hubo contactos con los tres reinos de Corea.


Hay que comentar un detalle que puede causar confusión. Como hemos visto, durante siglos el nombre de Japón fue “Yamato” o “Yamatai”, ese nombre lo adoptó posteriormente la provincia del mismo nombre que hoy en día se corresponde con la provincia de Nara

A partir de este periodo y sucesivos vamos a encontrar, como ya he comentado cada vez mas restos que podamos visitar. En breve veremos el periodo Heian que es uno de los de máximo esplendor en esa época.