Vamos a hablar un poco de esas misteriosas mujeres llamadas
geisha o como dicen recientemente, en el dialecto de Kyoto geiko.
Muchos habréis leído el famoso libro de Arthur Golden
sobre el que se realizó una famosa película con el mismo nombre ¿verdad?
Bueno, pues la película, y no digamos ya el libro, por decirlo muy
delicadamente pecan un tanto de fantasiosos. Lo cual es una forma igualmente
delicada que lo que cuentan se puede resumir como un enorme montón ridiculeces
sin pies ni cabeza sazonados con algo que se parece muy remotamente con la
realidad.
De hecho el autor se basó para su obra entre otras fuentes, con el
testimonio de una auténtica geisha llamada Minako Iwasaki. Tan fiel a la
realidad es el relato de este caballero, que recibió una bonita demanda por
difamación que terminó con el pago de una cantidad desconocida a esta dama para
que no revolviera mas el asunto. A esto podemos añadir una enorme indignación
por parte de millones de japoneses que se consideraron sumamente insultados por
el contenido de este libro.
Vamos, que es una obra de pura ficción y que pretender tomarla como una
guía del mundo de las geiko es poco menos que considerar "La
Metamorfosis" de Kafka como un relató típico sobre la vida de un viajante
de comercio.
Solo por dejarlo claro antes de meternos en "el asunto",
comentar que la prostitución es una cosa, las geisha otra. La idea de vender
la virginidad de una maiko es tan ridícula como subastar la de una estudiante
de conservatorio, y la idea de que las geisha son prostitutas es como asumir
que los componentes de una asociación nacional de danza (por ejemplo) se venden
al mejor postor.
Parte de esta creencia viene de la confusión con las oiran o
"cortesanas" que existieron en el periodo Edo y que han desaparecido
ya hoy en día. A simple vista, si no se conocen las diferencias puede
confundirse fácilmente las vestimentas, formas, maquillaje, etc. y estas también tenían
"aprendices". La función con todo es diferente, y de hecho las oiran
desaparecieron hace muchos años. De hecho, tras la segunda guerra mundial
muchas de estas oiran se publicitaban como geishas ante los turistas
extranjeros. Este error se repite en el famoso libro antes mencionado.
Dicho esto, ¿entonces cual es la ocupación real de una geisha, geiko o
como queramos llamarla?
Se trata simplemente de artistas versadas en tradiciones japonesas. Por
ejemplo danza, música (deben de saber tocar instrumentos tradicionales),
poesía, retórica, ceremonia del té, ikebana (arreglos florales) y otros. Su función
final a menudo es compleja y se extiende mas allá de simples exhibiciones
artísticas. También son solicitadas como una especie de "relaciones
públicas" donde ayudan a "romper el hielo" en relaciones
comerciales de alto nivel o como complemento a celebraciones y ceremonias.
Su cometido desde hace años está mas limitado a un núcleo tradicional y
generalmente de alto poder adquisitivo. Vamos, que es algo "muy
japonés", aunque sin por ello descuidar que algunas se dediquen a unos
fines mas digamos "de entretenimiento".
Lo cierto es que el número de estas profesionales decae con el tiempo. Es
un trabajo con un periodo de aprendizaje muy largo, complejo y exigente. No es
raro que algunas de ellas compaginen estos estudios con carreras
universitarias. Hablamos en algunas ocasiones de profesionales con unos niveles
muy elevados, y con sueldos que acompañan esa preparación. Por otro lado es una
profesión extremadamente exigente, desde su aprendizaje hasta el ejercicio de
la misma. Por poner un ejemplo, aunque la vida privada de una geisha es
"su vida privada". Por ejemplo es posible para ellas contraer
matrimonio, pero lo normal es que dejen la profesión en ese caso.
Los rumores y malentendidos se pueden explicar en parte por el secretismo
que rodea muchos de los aspectos de su preparación, y en buena medida porque un
extranjero que desconozca profundamente la cultura del país no puede entender o
apreciar adecuadamente lo que hacen. Seguro que en vuestra ciudad o país hay
cosas "muy de ahí" que gente que vive fuera no aprecia ni entiende en
todos sus matices. Pensar un poco sobre el tema de como ve un extranjero por
ejemplo el flamenco (un montón de gente pegando gritos, taconazos y palmas),
los toros (un señor con traje de colores matando a una vaca), muchos bailes
regionales, etc. Los que llevan muchos años conociendo esas tradiciones
aprecian cosas que "los de fuera" no entienden. Añadamos a esto que
se mezclan cosas de otras épocas confundiendo eso con lo que pueda ocurrir hoy
en día. Hace muchos años si que se daba el caso de que se compraban niñas para
convertirlas en geisha, pero hoy en día es algo ridículo. La relación con la
prostitución es ridícula, aunque no era raro en su tiempo que algunas
profesionales hayan tenido un "protector" que las pueda mantener
económicamente, pero eso es como tener un "artista en exclusiva"
De hecho, muchas de las artes que dominan las geisha forman parte de lo
que tradicionalmente se consideraba la formación para "una buena
esposa" o "una mujer japonesa", a menudo llamadas Yamato
Nadeshiko (clavel japonés). La danza se enseña a menudo a niños, el
arreglo floral y ceremonia de té es algo extendido entre jóvenes de "buena
familia".
No voy a entrar en la parafernalia del aprendizaje y todo eso. Hay
montones de sitios para esas cosas, vamos a algo un poco mas practico.
¿Donde puedes ver un espectáculo con geisha?
Bueno, no es que abunden, pero algo hay. En Tokyo queda un barrio con
geisha al menos. La calle Kannonura en Asakusa, aunque lo cierto es que autenticas, quedan pocas
(en Kyoto hay bastantes mas). Hablamos de como 20.000 yenes por persona por una
tarde
He encontrado sin buscar mucho una "oferta"
Pero ojo, 278 $ por cena y un par de horas. No son cosas baratas
En Kyoto hay 2 barrios de geiko (o mas, porque alguna gente subdivide
alguno de ellos), e incluso la posibilidad de ver algún espectáculo de música y
danza a precios mas económicos (con maiko, no con geiko), por ejemplo el famoso
Gion Corner
Claro, hablamos de un "espectáculo para turistas". Tiene su
gracia y eso, pero es lo que es, tampoco nos equivoquemos.
Ocasionalmente eso si, es posible ver por la calle a alguna, pero
tengamos en cuenta que en realidad, quedan pocas.
No es mucho, pero lo cierto es que cada vez hay menos. Esperemos que ese
arte no se pierda con el tiempo.