martes, 30 de enero de 2018

Historia, una introducción












Tras un periodo, sin duda demasiado prolongado de abandono he decidido volver “al ataque” con una nueva serie de entradas.

En general, este blog ha cubierto muchos campos que se pueden considerar prácticos. No obstante a menudo para disfrutar mas de nuestra visita a un lugar es conveniente tener algunos conocimientos, no necesariamente extensos y detallados pero si generales que nos ayuden a valorar mejor lo que vemos.

Por establecer un paralelismo con España (por poner un ejemplo que conozca bien) imaginemos que visitamos la “Alhambra de Granada”. Sin conocimiento precio vemos un edificio bonito y todo eso. Si conocemos aunque sea de forma superficial su historia, la cultura de quienes la hicieron y como llegó hasta nosotros nuestra experiencia será mas plena.

Japón es un país lleno de riquezas históricas. Tiene mas de veinte lugares considerados como patrimonio de la humanidad por la UNESCO, y una enorme cantidad de tesoros culturales que si conocemos un poco su historia, aunque sea por encima nos hará apreciarlos en su justa medida.

Lamentablemente en occidente la historia en general del lejano oriente se enseña únicamente en relación con sus interacciones con occidente. Incluso en algunos lugares se cita a Fernao Mendes Pinto como el “descubridor de Japón” en el siglo,  como si Japón no hubiera estado habitado anteriormente y no tuviera ya a esas alturas siglos de historia con una cultura refinada y rica.

El tema histórico es necesariamente largo y a veces complejo, pero lo fraccionaremos en diferentes partes que sean fáciles de entender. Obviamente no es necesario aprenderse estas cosas, pero si las conocemos aunque solo sea por encima ya nos ayudará a disfrutar mas de una visita a este país.

Otro punto que puede complicar las cosas es que aunque las primeras muestras de asentamientos humanos en Japón datan del paleolítico (hace unos 100.000 años) la cronología puede ser complicada al abarcar Japón varias islas separadas, con lo que en realidad se han dado a lo largo de los siglos a menudo culturas separadas, cada una con su nombre que complican las cosas. En aras de la simplicidad nos centraremos principalmente en la historia de las islas centrales: Honshu, Shikoku y Kyushu. Tenemos aparte la zona de Okinawa que no fue realmente parte de lo que podríamos considerar el Japón moderno hasta el siglo XIX, y la gran isla de Hokkaido al norte también por esa época llegó a formar parte de lo que hoy en día es Japón. Esas dos islas tienen por lo tanto su propia historia, sin duda relacionada con la de Japón pero con sus propias particularidades separadas, y las trataremos aparte en su momento.
 
Por lo tanto, nuestro viaje por la historia se va a centrar en principio en las tres grandes islas centrales de Japón, y trataremos por separado tanto Hokkaido como las islas Nansei, también conocidas como islas Ryūkyū  de las que la mas conocida es Okinawa.

Otro pequeño problema que vamos a abordar a lo largo de este recorrido, es que durante buena parte de la historia que el viajero  va a considerar interesante, generalmente comprendida en ese periodo de emperadores, señores guerreros y demás los nombres de los protagonistas a menudo no eran algo constante. Algunos de los protagonistas de la historia de Japón en determinados periodos podían cambiar de nombre varias veces a lo largo de su vida. Un ejemplo típico seria el famoso Toyotomi Hideyoshi que inicialmente se llamaba  'Kinoshita Tokichiro', luego cambió su nombre a 'Hashiba Hideyoshi' y posteriormente al primero que he mencionado. Esto obviamente puede causar confusiones, de manera que en general me referiré a los diferentes personajes usando su nombre mas conocido, generalmente el último que usaron. Puede que desde un punto de vista estricto no sea lo mas correcto, pero nuestro interés es conocer de forma somera la historia de un país para disfrutar mas de nuestra visita, no pasar un examen de historia.

Os adelanto que algunos personajes históricos prácticamente requerirán de una entrada para ellos solos, espero que incluso así podamos disfrutar estas entradas que me temo no serán pocas, ya que aparte de emperadores y guerreros Japón ha dado al mundo también a grandes literatos y artistas.

Finalmente un aviso a navegantes. La historia de Japón no carece de lugares oscuros y algunas partes son polémicas. Voy a intentar en todo momento mantener una distancia lo mas imparcial posible sin entrar a juzgar si determinadas acciones estaban o no justificadas. Japón ha tenido criminales de guerra, ha cometido atrocidades en algunas ocasiones y también ha pagado un alto precio por ello. No voy a justificar en ningún caso lo ocurrido, pero si en alguna ocasión puedo indicar motivos subyacentes que puedan explicar hasta cierto punto porque ocurrieron algunas cosas. Los pueblos no toman una dirección u otra por caprichos, siempre hay motivos de fondo que a menudo se pasan por alto. Es por ejemplo muy fácil culpar a los alemanes por haber votado a Hitler, pero pocos recuerdan las condiciones impuestas tras la primera guerra a Alemania, como algunos países insistieron en cobrar las indemnizaciones de guerra incluso a costa de que los alemanes pasaran hambre y frio en invierno y como eso pudo ayudar sin duda a demagogos populistas a hacerse con el poder. La historia no ocurre por casualidad. Conocer las causas no disculpa los actos en ningún caso, pero desconocerlas nos hace a menudo prejuzgar sin razones.

Finalmente comentaros que en la historia moderna, aproximadamente a partir del siglo XIX se suele englobar los periodos dentro de los reinados de diferentes emperadores. Por ejemplo ahora mismo están en Japón en el “Periodo Heisei”, al menos hasta el 30 de Abril el 2019 cuando se supone que abdicará el actual emperador. Intentaré en todo momento usar las fechas del calendario Gregoriano para una mayor facilidad

Con esto termina esta primera entrada. La próxima englobará varios periodos de la antigüedad que englobará seguramente desde el mismo paleolítico hasta el siglo VII posiblemente. Los motivos mas obvios es que son periodos en los que apenas hay registros y además son muy pocos los restos que podemos ver de esa época. Obviamente a medida que nos vayamos adentrando en tiempos mas actuales la cantidad de información y los restos de esas épocas serán mucho mas abundantes.