La historia es el registro del pasado, pero esos
registros a menudo son incompletos y también a menudo no podemos verificar la
veracidad de los mismos. En estas entradas voy a prescindir de las historias
mitológicas que trataremos llegado el caso en su momento, e intentaré limitarme
a registros históricos.
La presencia humana en Japón se remonta finales del
Pleistoceno. Aproximadamente hablamos entre el 14.500 AC y 11.000 AC hasta aproximadamente el
1000 – 500 AC en el denominado Período Jōmon (縄文時代).
No podemos hablar de historia propiamente dicha en estos
momentos. Los restos arqueológicos corresponden a viviendas muy primitivas, y a
la presencia de cerámica cocida a bajas temperaturas que está considerada la
mas antigua del mundo. El nombre de este periodo hace referencia a las marcas
de cuerdas trenzadas que aparecen en muchos ejemplos de cerámica. También en
este periodo se cree que se iniciaron los primeros asentamientos con arrozales
primitivos hacia el final de este periodo.
Algo relativamente conocido de este periodo son los Dogū
(土偶). Pequeñas figuras humanoides muy elaboradas de aspecto
un tanto curioso. Su utilidad es objeto de discusión, pero posiblemente estaban
relacionadas con rituales chamanicos y religiosos. Su nombre indica que eran
algo con parte de la
Dogū |
Estos primeros asentamientos se conocen gracias a Edward
S. Morse. Un profesor de biología estadounidense que trabajó en la universidad
de Tokyo contratado junto a con otros para “modernizar Japón” durante la
restauración Meiji a finales del siglo XIX. Era una época donde era complicado
publicar informaciones de excavaciones arqueológicas como las que realizó Morse
en el famoso Montículo de Oomori que se encuentra muy cerca de Tokyo, entre Ota
y Shinagawa. De hecho hay un pequeño monumento cerca de esa estación de Oomori
de la línea Keihin-Tōhoku. La arqueología en Japón fue iniciada de forma muy
tardía, e incluso en la época en la que se hicieron estos descubrimientos era
complicado publicar hechos que contravinieran creencias sintoístas o que fueran
incómodas para el estado. Como consecuencia de ese inicio tan tardío se han
perdido muchos restos.
Este periodo incluye en buena parte también la entrada de
población en las islas. El origen exacto de las etnias no está claro, pero
posiblemente llegaran de varios lugares incluyendo la península de Corea, China
y la costa este de Rusia. Se conserva muy poco de las antiguas etnias “puras”
por así
Cerámica Jōmon |
Hay que tener en cuenta que buena parte de la entrada de
población en Japón se produjo antes de la última glaciación, hace unos 11.000
años. En esa época Japón estaba conectado con el continente por masas de hielo,
que al desaparecer dejaron las islas aisladas y a partir de ahí las entradas de
nueva población debieron producirse por vía marítima.
En este periodo se encuentran los primeros asentamientos
permanentes. Estos consistían en algo conocido como “cuevas verticales”. Se
hacía una excavación en el suelo rodeada de un muro de tierra para protegerse
de las inundaciones, haciendo un techo sobre el agujero con troncos y ramas. El
suelo se cubría con piedra. Estas rudimentarias viviendas se agrupaban en círculo
alrededor de una plaza común donde normalmente se encontraba el fuego. Los
habitantes de Japón en ese periodo abandonaron paulatinamente el estado de
cazador-recolector para agruparse y desarrollaron una división de trabajo, la
alfarería, trabajo con piedra y la pesca.
Además de estas rudimentarias viviendas, también se
crearon lo que parecen ser silos de almacenamiento que contaban con columnas
que los separaban del suelo para evitar la humedad y los animales. También
edificaciones de mayor tamaño comunales.
Uno de los lugares mas conocidos con restos de esta época
se encuentran en Aomori. Localizada en el extremo norte de la isla de Honsu, en
1992 se encontraron muchos restos de este periodo cuando se estaban haciendo
las obras para un estadio de baseball. Actualmente en ese lugar se encuentra un
complejo abierto al público. Los interesados pueden buscar mas información
aquí:
Como curiosidad, a finales del periodo Jōmon aparecen las
primeras muestras de abalorios y joyería. Incluyendo algunos brazaletes tenidos
de rojo y pendientes que no requerían perforar el lóbulo de la oreja. En
algunos restos femeninos aparecen este tipo de abalorios así como otros tales
como agujas para el pelo, peines… creados de arcilla, piedra, conchas, dientes,
cuerno e incluso jade. El color rojo
parece ser una constante en muchos de estos restos. Igualmente en esa época los
tatuajes parece que fueron usuales entre la población.
Magatama |
Un accesorio particularmente conocido de Japón aparece
también en este periodo, las magatama (勾玉 o 曲玉). Estos pequeños ornamentos son pequeñas piedras en
forma de lágrima curvada. A menudo hechos de jade, cuarzo, ágata, jaspe y otras
piedras están muy arraigados en la cultura
japonesa. Hasta el extremo de que el
“Yamasaki no Magatama” es uno de los tres tesoros imperiales de Japón y que se
usa en la ceremonia de entronización del emperador.
Tampoco vamos a extendernos mucho, en todo caso añadiré
algunos enlaces para los interesados de museos donde se puedan ver restos de
este periodo.
El museo Togariishi de arqueología, en la prefectura de
Nagamo
El Asama jomon Museum que se encuentra al noroeste de
Tokyo en la prefectura de Nagano
El Miyahata
Jōmon Museum que se encuentra en la
prefectura de Fukushima, y es conocido sobre todo por su diseño arquitectónico
vanguardista
Obviamente hay
mas, y en varios museos de Tokyo es posible encontrar piezas de ese periodo,
pero no nos extendamos innecesariamente. A efectos prácticos nos basta saber
que si vemos en un museo piezas etiquetadas de ese periodo, corresponden a ese
pasado prehistórico y con eso y poco mas debería de bastarnos. No perdamos de
vista el objetivo principal que no es otro que tener un pequeño conocimiento de
la historia de este país, de manera que si visitamos un museo podamos apreciar
un poco mejor lo que podamos ver.