jueves, 1 de febrero de 2018

Historia: El periodo Jōmon











La historia es el registro del pasado, pero esos registros a menudo son incompletos y también a menudo no podemos verificar la veracidad de los mismos. En estas entradas voy a prescindir de las historias mitológicas que trataremos llegado el caso en su momento, e intentaré limitarme a registros históricos.

La presencia humana en Japón se remonta finales del Pleistoceno. Aproximadamente hablamos entre el  14.500 AC y 11.000 AC hasta aproximadamente el 1000 – 500 AC en el denominado Período Jōmon  (縄文時代).


No podemos hablar de historia propiamente dicha en estos momentos. Los restos arqueológicos corresponden a viviendas muy primitivas, y a la presencia de cerámica cocida a bajas temperaturas que está considerada la mas antigua del mundo. El nombre de este periodo hace referencia a las marcas de cuerdas trenzadas que aparecen en muchos ejemplos de cerámica. También en este periodo se cree que se iniciaron los primeros asentamientos con arrozales primitivos hacia el final de este periodo.

Algo relativamente conocido de este periodo son los Dogū (土偶). Pequeñas figuras humanoides muy elaboradas de aspecto un tanto curioso. Su utilidad es objeto de discusión, pero posiblemente estaban relacionadas con rituales chamanicos y religiosos. Su nombre indica que eran algo con parte de la
Dogū 
tierra y parte espiritual. Se han encontrado y datado con fechas que oscilan entre los 10.000 y 2300 AC y se han encontrado mas de 18.000. Tantos que es posible incluso encontrar algunos a la venta en diferentes subastas. Podemos encontrar diferentes ejemplos en varios museos .

Estos primeros asentamientos se conocen gracias a Edward S. Morse. Un profesor de biología estadounidense que trabajó en la universidad de Tokyo contratado junto a con otros para “modernizar Japón” durante la restauración Meiji a finales del siglo XIX. Era una época donde era complicado publicar informaciones de excavaciones arqueológicas como las que realizó Morse en el famoso Montículo de Oomori que se encuentra muy cerca de Tokyo, entre Ota y Shinagawa. De hecho hay un pequeño monumento cerca de esa estación de Oomori de la línea Keihin-Tōhoku. La arqueología en Japón fue iniciada de forma muy tardía, e incluso en la época en la que se hicieron estos descubrimientos era complicado publicar hechos que contravinieran creencias sintoístas o que fueran incómodas para el estado. Como consecuencia de ese inicio tan tardío se han perdido muchos restos.

Este periodo incluye en buena parte también la entrada de población en las islas. El origen exacto de las etnias no está claro, pero posiblemente llegaran de varios lugares incluyendo la península de Corea, China y la costa este de Rusia. Se conserva muy poco de las antiguas etnias “puras” por así
Cerámica Jōmon  
decirlo. Quedan algunos pobladores de la etnia Ainu de origen posiblemente siberiano que llegaron a la isla de Hokkaido en tiempos prehistóricos, o los Orok, otro grupo que se considera prácticamente extinto (en 1989 se contabilizaron unas 20 personas en Japón)

Hay que tener en cuenta que buena parte de la entrada de población en Japón se produjo antes de la última glaciación, hace unos 11.000 años. En esa época Japón estaba conectado con el continente por masas de hielo, que al desaparecer dejaron las islas aisladas y a partir de ahí las entradas de nueva población debieron producirse por vía marítima.

En este periodo se encuentran los primeros asentamientos permanentes. Estos consistían en algo conocido como “cuevas verticales”. Se hacía una excavación en el suelo rodeada de un muro de tierra para protegerse de las inundaciones, haciendo un techo sobre el agujero con troncos y ramas. El suelo se cubría con piedra. Estas rudimentarias viviendas se agrupaban en círculo alrededor de una plaza común donde normalmente se encontraba el fuego. Los habitantes de Japón en ese periodo abandonaron paulatinamente el estado de cazador-recolector para agruparse y desarrollaron una división de trabajo, la alfarería, trabajo con piedra y la pesca.

Además de estas rudimentarias viviendas, también se crearon lo que parecen ser silos de almacenamiento que contaban con columnas que los separaban del suelo para evitar la humedad y los animales. También edificaciones de mayor tamaño comunales.


Uno de los lugares mas conocidos con restos de esta época se encuentran en Aomori. Localizada en el extremo norte de la isla de Honsu, en 1992 se encontraron muchos restos de este periodo cuando se estaban haciendo las obras para un estadio de baseball. Actualmente en ese lugar se encuentra un complejo abierto al público. Los interesados pueden buscar mas información aquí:


Como curiosidad, a finales del periodo Jōmon aparecen las primeras muestras de abalorios y joyería. Incluyendo algunos brazaletes tenidos de rojo y pendientes que no requerían perforar el lóbulo de la oreja. En algunos restos femeninos aparecen este tipo de abalorios así como otros tales como agujas para el pelo, peines… creados de arcilla, piedra, conchas, dientes, cuerno e incluso jade.  El color rojo parece ser una constante en muchos de estos restos. Igualmente en esa época los tatuajes parece que fueron usuales entre la población.


Magatama
Un accesorio particularmente conocido de Japón aparece también en este periodo, las magatama (勾玉 o ). Estos pequeños ornamentos son pequeñas piedras en forma de lágrima curvada. A menudo hechos de jade, cuarzo, ágata, jaspe y otras piedras están muy arraigados en la cultura
japonesa. Hasta el extremo de que el “Yamasaki no Magatama” es uno de los tres tesoros imperiales de Japón y que se usa en la ceremonia de entronización del emperador.

Tampoco vamos a extendernos mucho, en todo caso añadiré algunos enlaces para los interesados de museos donde se puedan ver restos de este periodo.


El museo Togariishi de arqueología, en la prefectura de Nagamo


El Asama jomon Museum que se encuentra al noroeste de Tokyo en la prefectura de Nagano


El Miyahata Jōmon Museum  que se encuentra en la prefectura de Fukushima, y es conocido sobre todo por su diseño arquitectónico vanguardista


Obviamente hay mas, y en varios museos de Tokyo es posible encontrar piezas de ese periodo, pero no nos extendamos innecesariamente. A efectos prácticos nos basta saber que si vemos en un museo piezas etiquetadas de ese periodo, corresponden a ese pasado prehistórico y con eso y poco mas debería de bastarnos. No perdamos de vista el objetivo principal que no es otro que tener un pequeño conocimiento de la historia de este país, de manera que si visitamos un museo podamos apreciar un poco mejor lo que podamos ver.