miércoles, 2 de mayo de 2018

Historia: El período Muromachi II










Haciendo un poco de memoria, nos quedamos en la entrada anterior con un gobierno japonés dividido en dos cortes. Ambas diciendo que son las legítimas y con señores daimio apoyando a una u otra de acuerdo con sus intereses.

Podría hacer un extenso “copia y pega” de la Wikipedia poniendo montones de nombres de emperadores, señores feudales y de las fintas y disputas entre las cortes, pero supongo que en realidad eso os importa bastante poco porque queréis una visión general, los interesados en el detalle pueden buscar fácilmente la información necesaria. Intentaré resumir lo mejor posible lo ocurrido de forma sencilla.

Este corto periodo de la historia de Japón se conoce como período Nanbokuchō (南北朝時代) y transcurrió entre 1336 y 1392. Tener en cuenta que este periodo está dentro del periodo Muromachi.

¿Por qué ocurre esto? Ashikaga llega a Kyoto y reclama el poder. El emperador Go-Daigo tiene que tragar y para suavizar las cosas entrega los tres tesoros sagrados a este clan. Luego estos deciden que les interesa tener un emperador que sea más “amigo” de los Ashikaga, de manera que entronizan a Kōmyō Tennō (con 14 años). Esto obviamente no le hace gracia a Go-Daigo que viendo como están las cosas decide huir al sur y tras pasar por varios lugares termina asentándose en Yoshino. Entonces dice que los tesoros entregados al clan Ashikaga eran falsos, y por lo tanto ese nuevo emperador no es real.  Obviamente Ashikaga afirma lo contrario.


Ambas cortes tendrán sus aliados por conveniencia y tendrán varios encontronazos militares. El sur contará con el apoyo del clan Kusunoki pero será siempre una corte débil y con pocos recursos. Podemos preguntarnos porque entonces el clan Ashikaga no se limitó a barrer militarmente a esta molestia, más cuando en 1338 este clan asume la jefatura al acceder al shogunato (shogunato Ashikaga). La respuesta es que este shogunato también era relativamente débil, fracturado por conflictos internos y con otros clanes que hoy le apoyaban pero mañana podían traicionarlo para llegar al poder.

 Tendremos así varias décadas de conflicto con victorias y derrotas para ambas cortes. Los actores no son lo bastante fuertes como para derrotar completamente a sus adversarios, y los aliados de estos lo son por puro interés. Los conflictos internos y luchas de poder dentro de los mismos clanes tampoco ayudan. La cuestión para no meternos en detalles es que finalmente, el 19 de noviembre de 1392 tras varios intentos fracasados anteriores las cortes se unifican nuevamente en una sola. Se llegó a un acuerdo que incluyó la alternancia en el trono de emperadores afines a diferentes casas. Un acuerdo que aunque no terminó de gustar a nadie al menos solucionaba el problema de tener dos cortes imperiales.

El shogunato Ashikaga, al contrario que el Kamakura revocó la concentración de poder en un solo punto. Se concedió más autonomía a los señores feudales y compartió el poder con el emperador hasta cierto punto. Simplemente el clan Ashikaga no podía hacer frente a todos los diferentes poderes que peleaban en el país y que no se limitaban a los señores daimio, sino también a monasterios y diferentes sectas religiosas tanto budistas como sintoístas.

La situación política era un polvorín, de manera que no debe de sorprendernos que terminase estallando en lo que se conoce como la  Guerra Ōnin (応仁の乱 Ōnin no Ran) que entre los años 1467 y 1477.

El conflicto como siempre se inició por una cuestión de poder sobre quien debería de suceder al shogun. Dos actores son importantes en este momento: Hosokawa Katsumoto y Yamana Sōzen. Nuevamente batallas, lio, guerra, mas señores feudales viendo oportunidades para expandir sus territorios y uniéndose a uno u otro bando según sus propios intereses. Durante este periodo Kyoto resultará destruida hasta el punto en el que actualmente se habla del Kyoto de “antes de la guerra” haciendo referencia a este conflicto (Kyoto no fue bombardeado en la WWII).

Tras este conflicto los Ashikaga se pueden considerar extintos. Los shogunes de este clan fueron poco menos que títeres del clan Hosokawa, que también fue traicionado por un clan vasallo. Sería largo detallar todo el proceso que está lleno de traiciones, asesinatos e intrigas. La situación creo que la tenéis más o menos clara.

Pero van a ocurrir sucesos que van a cambiar bastante el curso de la historia. Los japoneses en este momento están divididos y parece el momento de que entren en escena nuevos actores para unificar de nuevo el país. En un periodo que veremos dentro de poco: El Sengoku.

Mientras todos se pelean contra todos, ocurren otras cosas. Las primeras armas de fuego llegan a Japón en el 1543 de la mano de comerciantes portugueses, y también reciben en el 1549 al misionero católico Francisco Javier y otros acontecimientos tendrán lugar. Antes de meternos en el periodo Sengoku vamos a echar un vistazo a otros aspectos de la historia de este periodo antes de meternos de nuevo en batallas.

Durante este periodo, mientras los señores feudales andaban a la gresca peleándose entre ellos a la mínima el resto de la gente seguía a lo suyo. La arquitectura de este periodo fue más autóctona, llamarla “japonesa” sería una redundancia. Durante este periodo se construyeron muchos templos y edificaciones famosas. Entre las más destacadas figuran dos de los templos más hermosos de Kyoto: El pabellón dorado o Kinkaku-ji (金閣寺) cuyo nombre original era “Templo del jardín de los ciervos”  que fue construido en el 1397 como villa de descanso para Ashikaga Yoshimitsu y el pabellón de plata o Ginkaku-ji (銀閣寺) cuyo nombre original era “Templo de la misericordia resplandeciente” construido en el 1482 como lugar de retiro para el shogun Ashikaga Yoshimasa. Ambos tras la muerte de sus usuarios originales se convirtieron en templos. Ambos son una templos de una extraordinaria belleza que destacan no solo por si mismos, sino también por la belleza del entorno en el que se encuentran. Ambas construcciones son patrimonio de la humanidad y son solo un pequeño ejemplo de la arquitectura que todavía puede admirarse a día de hoy de este periodo.

En este periodo encontramos también la irrupción de nuevas técnicas pictóricas influidas por el budismo zen usando como material solo la tinta china y que tiene el nombre de sumi-e. Este estilo llegó a Japón a través de monjes zen provenientes de China donde este estilo se hizo popular durante las dinastías Tang y Song y permanecerá en Japón desde entonces. Una particularidad de esta técnica pictórica que sigue trabajándose actualmente es que exige del ejecutante un gran control sobre el pincel, ya que al usar como elementos de trabajo solo tinta y papel no permite corregir errores. Este tipo de arte no era solo ejercido por artistas profesionales, sino también por monjes e incluso guerreros. El mismo Musashi Miyamoto pintó varios trabajos usando esta técnica (si no sabéis quien era no pasa nada, su nombre aparecerá algo más tarde en la historia)

También en este periodo se desarrolló otro arte que consideramos típicamente japonés: la jardinería. Muchos de los elementos que se pueden admirar actualmente proceden de esta época, incluyendo varios “jardines secos” de arena o grava rastrillada. También se hizo usual que muchos jardines incluyeran casas para el té.

Japón lleva mucho tiempo en guerra, dentro de poco esta situación cambiará radicalmente. Está por llegar uno de los periodos más convulsos de su historia: El periodo Sengoku que literalmente quiere decir “Periodo de los estados en guerra”. Si lo ocurrido hasta ahora os parecía turbulento, lo que vendrá ya ni os cuento.