A medida que vamos entrando en tiempos mas modernos veréis que la cantidad de información
histórica de la que disponemos es cada vez mas abundante. Esto implica que
intentar condensar lo ocurrido en un periodo concreto en un tamaño manejable
resulta cada vez mas complicado. Es por ello que a partir de este periodo habrá
ocasiones en las que divida la entrada sobre ese periodo en dos (o mas si hace
falta) entradas
El periodo Kamakura marca una inflexión en la historia de
Japón. El país que durante años estuvo en paz y llego a altas cotas de
refinamiento en todas las artes que tocó, y donde todo el país se controlaba en
buena medida desde su capital de Kyoto dejó paso paulatinamente a un Japón que
podíamos considerar medieval. Un país que empezó a fragmentar el poder en
numerosos señores feudales que aunque técnicamente debían obediencia al emperador,
al ser este en la práctica una figura simbólica estos ejercían un poder total
en sus dominios.
Japón se llenó de familias y clanes que mantenían sus
territorios militarmente. Los samurái nacieron en esta época como los fieles
soldados de los señores feudales y sus costumbres y modos se forjaron en esta
época. Los dominios de los señores podían ser conquistados por otros señores y
por ello la casta militar experimentó un florecimiento sin precedentes.
¿Cómo se cambió un modelo de gobierno por otro, como se
llegó desde una corte imperial de gran esplendor a un país dominado por señores
feudales que imponían su voluntad con la espada?
No fue un cambio súbito, sino la consecuencia de la
incompetencia del funcionariado de la era Heian empobreció el país. La corte
imperial no sabía en realidad mucho de lo que ocurría fuera de los muros de
palacio, ni le importaba mientras pudieran seguir con sus vidas de lujo y
refinamiento. Varias importantes familias gobernaban de facto diferentes
territorios, y también intentaban influir en la corte. Los poderosos Fujiwara
perdieron su poder en una disputa que los enfrentó a otros dos clanes: Los
Taira y los Minamoto. Tras esto ambos clanes se enfrentaron en la rebelión
Heiji en 1160 cuando el emperador Go-Shirakawa-tennō abdicó su puesto a favor
de su hijo Nijō. Una abdicación un tanto especial, ya que con el apoyo del clan
Minamoto y de los Fujiwara retuvo el poder efectivo (lo que en realidad quiere
decir que esas dos familias eran quienes gobernaban). Los Taira en cambio
apoyaban al emperador Nijō. Esto se complicó mas cuando las familias Minamoto y
Fujiwara pusieron al emperador “bajo custodia”, lo que en la práctica implicaba
que estaba prisionero. Los Taira asaltaron el palacio y fingieron una retirada,
para que cuando los defensores se lanzaran en su persecución una fuerza de los
Taira que no había entrado en el ataque inicial ocupó el palacio cortando las
líneas de los Minamoto por la mitad y venciendo.
En el año 1180 Taira no Kiyomori puso a su hijo pequeño
de apenas dos años en el trono tras la abdicación, pero las cosas no acabaron
aquí. Aquí empiezan las guerras Genpei que durarían entre el 1180 y el 1185 que
culminaría en la batalla naval de Dan-no-Ura donde el clan Minamoto, dirigido
por el hermano de Minamoto no Yoritomo: Minamoto no Yoshitsune resultó vencedor.
El clan Taira fue exterminado casi por completo.
Como consecuencia, el emperador Go-Shirakawa concedió al
clan Minamoto el poder de recaudar impuestos y nombrar autoridades en todas las
provincias. Tras la muerte del emperador asumió el título de shogun, lo que en
la práctica le daba el poder absoluto sobre todo el país. El emperador siguió
residiendo en Kyoto con una corte reducida y con propósitos puramente
ceremoniales, pero el poder efectivo y real lo asumió Yoritomo que trasladó la
capital efectiva a Kamakura, ciudad al sur de Edo que da nombre a este periodo.
Se podría pensar que aquí termina la historia, pero la
fragmentación de Japón ya había comenzado y no iba a detenerse por los poderes
de los Minamoto. Una cosa es que te den autoridad para hacer algo, y otra muy
diferente que los señores feudales lo acepten. Consiguió confiscar tierras y
nombrar autoridades locales en el centro y oeste del país, pero en el norte los
Fujiwara que tenían allí su feudo tradicional se resistieron hasta el 1189.
Lamentablemente, aunque Yoritomo consiguió en buena
medida imponer su poder sobre el país, no supo hacer lo mismo dentro de su
familia. Las intrigas y luchas de poder no se lo pusieron fácil, y su muerte en
1199 dio comienzo a mas problemas. Su hijo Minamoto no Yoriie tenía dotes
militares, pero sus políticas no contaban con el apoyo del resto del clan. Fue
despojado de su poder con un conclave de 13 ancianos liderados por su abuelo Hōjō
Tokimasa. Su intento por retomar el poder fracasó y fue puesto bajo arresto domiciliario y
posteriormente asesinado en el 1204. Antes de esto y debido a su enfermedad
propuso a su hermano Sanetomo y a su joven hijo Minamoto no Ichiman.
Como ocurre habitualmente en estos casos, el poner a
miembros jóvenes de una familia es solo una excusa para que otros detenten el
poder como regentes. Paradójicamente en este caso el regente sería Hōjō
Tokimasa de clan Hōjō que por estas casualidades de la vida… en realidad
descendía del clan Taira. En serio que a veces intentar desenmarañar los líos
entre clanes y familias parece una pesadilla, las luchas de poder en esa época
era lo que los chinos llaman “tiempos interesantes”.
Técnicamente el emperador reina, pero a estas alturas
todos sabemos que el poder real está en otro lugar. Ahora la figura del shogun
pasa a ser en estos momentos también simbólica, ya que el poder real está en
manos de la regencia del clan Hōjō. ¿Os he comentado que esto es un lio?
Y el problema de tener tanta figura simbólica es que
estas pueden tener la tentación llegado el caso de recuperar su poder real, o
pueden ser también herramientas para que otros clanes aspiren el poder y dar un
aspecto legítimo a sus actos.
Mirarlo de este modo, si un clan pretendiera quitarle el
poder al shogun, dado que este técnicamente actúa en representación del poder
imperial serían considerados rebeldes y no contarían con apoyos incluso en caso
de vencer. No obstante si lo que haces es “ayudar al emperador” a recuperar su
poder real, aunque tu propósito sea otro estás legitimando de algún modo tus
actos.
¿Recordáis de antes al emperador Go-Shirakawa? Seguimos con la costumbre de que los reinados
del emperador son muy breves. Go-Shirakawa reinó solo tres años, su hijo Nijō
reinó unos siete años, el nieto Rokujō apenas tres años sin dejar
descendencia., de modo que fue un nieto de Go-Shirakawa: el emperador Takakura
quien siguió en el poder ¿no os habéis perdido?. No os preocupéis por recordar
el nombre, ya que reinó solo 12 años muriendo a los 19 años. Una edad media
para la época. Parece que en esos momentos ser emperador era lo que se llama un
oficio de riesgo. No parece extraño que finalmente alguno de ellos, viendo como
estaban las cosas y poco decido a dejar no ya el poder, sino la vida decidiera
que incluso tras su retiro forzado, sería inteligente intentar sobrevivir. En
el 1221 el emperador retirado Go-Toba se alió con los miembros del clan Taira y
otros enemigos de los Minamoto para intentar acabar con el poder del shogunato
de Kamakura.
Pero parece que el emperador y sus aliados no contaban
con la contundente respuesta del clan Hōjō. Repitiendo la estrategia de años
atrás lanzaron un ataque triple y las fuerzas imperiales fueron arrolladas sin
muchos problemas. El emperador intentó pedir ayuda a los monjes guerreros del
monte Hiei que declinaron amablemente la oferta. La rebelión terminó
rápidamente y el emperador tuvo la suerte de no ser castigado con mas que el
exilio de por vida a las islas Oki (vamos, que lo mandaron donde no molestase
mas). De paso se quitaron de encima a sus parientes incluyendo emperadores
retirados e incluso al actual emperador que fue reemplazado por Go-Horikawa, un
sobrino de Go-Toba que por lo visto prometió portarse con mas decoro.
Como consecuencia de este episodio, el shogunato de
Kamakura consiguió un poder virtualmente absoluto. Ninguna decisión se podía
tomar sin ser consultada previamente con ellos, y aunque la corte conservo sus
tierras, perdió prácticamente todo su poder político.
Con esto la situación política del país quedó
estabilizada durante bastantes años hasta que el año 1333 veremos cambios
importantes, pero eso queda para otra entrada.
Este periodo también tiene que ofrecernos mucho en otros campos aparte del puramente histórico, pero como incluirlo todo en una sola entrada haría que se alargase demasiado he decidido dividirla en dos. Veremos próximamente otros aspectos de este periodo donde empezamos a ver eso que se considera "japonés de toda la vida" como son los samurais
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